El Balance General es un informe financiero que refleja el patrimonio de la empresa en una fecha determinada. Es un informe que incluye todo lo que esa empresa tiene, desde sus bienes hasta los beneficios económicos futuros adquiridos, así como también las deudas y el capital propio aportado.
Las empresas organizadas como sociedades comerciales deben preparar sus balances al cierre de su ejercicio anual, ya sea para el cumplimiento de requisitos fiscales o financieros, para tomar decisiones propias, o como información para inversores o empresas vinculadas.
Porque es importante la auditoría de un Balance
El Balance General es el que proporciona la información sobre los activos, es decir, los bienes y derechos; los pasivos (deudas y previsiones); y, en consecuencia, sobre el patrimonio neto de la firma.
Toda la información que reflejan los estados contables requiere un sistema que involucra recursos humanos, tecnológicos, procesos y, por otra parte, normas contables que provean el marco para la preparación de la información. Y cuando la información es utilizada por terceros, es necesaria la auditoría, a fin de asegurar su credibilidad.
Suele ser requerido por diversos organismos oficiales, pero es fundamental a la hora de gestionar una línea de crédito, dado que las entidades financieras lo utilizan para evaluar la capacidad de re pago o las garantías de las firmas.
Agente crediticio
El informe es requerido por entidades oficiales como la AFIP y la Comisión Nacional de Valores, en el caso de firmas que participan en el mercado bursátil. También lo piden organismos de control, como la Inspección General de Justicia, en el caso de las sociedades anónimas allí registradas, a excepción de las SRL con capital por debajo de $ 10 millones. La presentación más importante es la que se realiza ante bancos y proveedores, para acceder a líneas de financiamiento.
Como el balance condensa toda la información sobre las transacciones realizadas y sobre el patrimonio de la empresa. Todo debe ser debidamente justificado.
Cada cifra debe estar respaldada por los comprobantes y los libros correspondientes, sean de IVA o libros diarios contables. Esto es muy importante porque el análisis de la relación de este conjunto de cifras, que conforman los activos, pasivos y el capital, les permite a los analistas de riesgo de los bancos estimar qué cantidad de dinero se le puede prestar a la empresa.
En definitiva, la confección del balance permite comparar la información de un año contra otro.